¡A ACTIVARSE SE HA DICHO!

¿Sabías que muchos de nuestros padecimientos físicos se deben a la falta de actividad física?

Con los malos hábitos alimenticios que hemos ido adquiriendo, comida rápida y chatarra, es fácil ir acumulando sobrepeso que solo nos reditúa enfermedades crónicodegenerativas como la diabetes, la hipertensión arterial y enfermedades cardiacas.

Pero tenemos el remedio a la mano, simple, sencillo y económico, hagamos actividad física.

La más fácil de llevar a cabo es la caminata, abundemos en sus beneficios; la práctica de la caminata es económica, ayuda a quemar grasas y calorías, y por ende reduce el exceso de peso; controla la presión, la glucemia y el colesterol; previene la osteoporosis; fortalece la masa muscular; combate la celulitis; retrasa el proceso de envejecimiento; reduce los efectos negativos del estrés y mejora el estado de ánimo.

Para que esta actividad física nos resulte beneficiosa debe realizarse con disciplina y plena observancia de la técnica como es el mantener la postura erguida, mantener apretado el abdomen y llevar un ritmo de braceo más vigoroso de lo normal.

 Caminar quema calorías. Por ejemplo una persona que pesa aproximadamente 75 kilogramos y camina un kilómetro en 9 minutos, quemará un promedio de 550-800 calorías en una hora. Estas calorías son comparables a una comida regular.

La práctica regular de la caminata aumenta tu ritmo metabólico. Se conoce el hecho de que una caminata cinco veces a la semana por 30 minutos a una intensidad de moderada a vigorosa aumenta tu ritmo metabólico. Este aumento en el metabolismo dura varias horas después del ejercicio, por lo que se continua quemando calorías a una velocidad más rápida aún después de terminada la caminata y estando relajado.

Una caminata puede actuar como supresor del apetito. Primero, esto se debe al aumento de la producción de una sustancia química llamada serotonina, la cual cuando alcanza cierta concentración en el cerebro suprime el apetito. Segundo, el caminar aumenta los niveles de una hormona llamada noradrenalina, que no solo aumenta el ritmo metabólico, sino que también inhibe el apetito. Al mismo tiempo, aumenta los niveles de adrenalina que son útiles para movilizar la grasa de las células que son quemadas por la energía del ejercicio.

También nos ayuda a combatir la sobrealimentación que se da fácilmente en las personas que se encuentran aburridas, deprimidas y estresadas al tener ya una actividad en la cual invertir su tiempo para mejorar su salud, física y mental.

Ahora veamos su versatilidad, se puede practicar la caminata en una o dos sesiones de 10 a 15 minutos al día, si así se desea o no se tiene el tiempo para una sola sesión de 20 a 30 minutos.

Otra opción para aquellos que disponen de más tiempo, o cuando ya se tenga un avance con la práctica de la caminata, es combinarla con una rutina de ejercicios de tonificación en gimnasio. Esto nos ayudará a quemar esas grasas acumuladas en el cuerpo y, al mismo tiempo, fortalecer músculos y huesos.

Prof. Jesús Eduardo Suárez Martínez